He vuelto a caer.
Me intento levantar y abrir mis ojos; el camino está nublado, me es imposible poder visualizar la salida...
Miro hacia el techo de mi habitación y concluyo diciendo: ¡Qué desastre más grande ocurrió aquí!
En un abrir y cerrar de ojos todo cambio, dio un giro en 180° que aún no se detiene.
El tiempo ha de ser mi mejor postor para sanar aquellas heridas que han marcado en mi piel una huella de desdicha, la cual me acompaña día a día.
¿Cómo volver a empezar de cero? ¿Cómo convivir día a día con aquellos recuerdos que te esclavizan?
La mejor terapia de todo esto, es escribir y dejar que el alma se deje entrever en sus diversas manifestaciones emocionales. Vamos destino, hace tu jugada triunfal y regálame ese tiempo tan esperado y anhelado por todos quienes atravesamos duros momentos como estos.
¿Rabia, pena, desamor, orgullo, arrepentimiento? Es una mezcla de diversas sensaciones y sentimientos aglomerados en una sola frase; Adiós amor.