La realidad después pasa a ser historia, ¿Qué pasará entonces?
Me hice una y mil veces esa pregunta. La verdad que aquella historia, esa de un millón que me espera terminó; pero me doy cuenta de cuánto ha cambiado mi vida.
¿Qué es lo que nos hace ser diferentes? Para mí; las experiencias.
No hay mejor aprendizaje que nuestras propias vivencias; debo admitir que es cierto.
Entonces has de ser bienvenido a nuevas pautas de vida impulsadas por algún espíritu que nos motiva a continuar creciendo.
Te tragas los sabores amargos y disfrutas de aquellos sabores que son placenteros a tus paladares; ríes, gritas, callas, lloras, amas, desamas, anhelas, ignoras, te caes, te levantas, continúas y vives...
Creo que lo que esconde aquella historia que vas palpando en tu camino, es aquella magia que no vemos porque el dilema es andar a ojos cerrados alrededor de personas que creemos que son anónimas porque no nos damos cuenta de quienes son porque no queremos ver.
La magia está en vivir, involucrarnos en cada experiencia que nos depara la vida, que se transforma en historia y nos deja un aprendizaje, sea cual sea la percepción que nos dejó esa vivencia ya sea positiva o negativa; nos hace ser personas totalmente diferente.
Soy testigo de cómo he ido aprendiendo siendo un gran trampolín para quien soy hoy. Disfruto del juego implacable, atractivo y a veces traicionero de la vida. Anhelo llegar a la cúspide de la felicidad, para aquello lo primero que debo hacer es continuar viviendo y experimentando, dejando una historia atrás para poder decir hoy soy así; mi historia me ha enseñado certeramente que se si puede aprender de nosotros mismos . Sin duda alguna debemos desconfiar del poder y control que poseemos sobre nosotros mismos...
No hay comentarios:
Publicar un comentario